jueves, 2 de julio de 2009

De máscaras y fiestas...

Cada ciudadano es una porción de este barro. Sus formas blandas se modelan y se dejan modelar, por supuesto, en figuras incompletas una y otra vez, hasta que su masa se solidifica en una o entre varias de estas formas, dando como resultado "individuos públicos", personas adornadas y escondidas detrás de una máscara.
En el ámbito de lo público, el individuo y su necesidad de realizarse como lo que realmente es, queda anulada. Se acepta/asume una transformación, que se adapta a las condiciones que la situación requiere. La urbanidad, en lo que concierne a las personas que la conforman, es un tipo de sociedad, cuya estabilidad es precaria, está desprovista de equilibrio. Es una alquimia ininterrumpida de relaciones-basadas en la interpretación de un personaje-, que se crean y se disuelven. Son sociedades instantáneas, transitorias, que siguen un protocolo y unas reglas del juego.Lo que debes y no debes hacer. Lo que tiene que quedarse detrás y lo que puedes mostrar después de la máscara...

...somos una fiesta de disfraces.